La economía de Jordania está saliendo del bosque debido a los continuos esfuerzos del gobierno. El Producto Interno Bruto (PIB) de Jordania valió 45.740 millones de dólares estadounidenses en 2021, según datos oficiales del Banco Mundial.
El valor del PIB de Jordania representa el 0,02 por ciento de la economía mundial.
Se espera que el PIB en Jordania alcance los 46.97 mil millones de dólares para fines de 2023, según los modelos macro globales de Trading Economics y las expectativas de los analistas.
Durante la última década, había introducido amplias reformas estructurales que permitieron la
privatización y la liberalización en varios campos. En particular, tales medidas estuvieron acompañadas de sistemas de protección social, subsidios y reformas fiscales para crear un entorno propicio para las asociaciones público-privadas en infraestructura.
El sector bancario y financiero se ha fortalecido significativamente y, en la actualidad, Arab Bank, con sede en Amman, se encuentra entre las instituciones financieras más grandes de Oriente Medio. Además de la industria financiera, también han florecido otros sectores como el inmobiliario, el turismo, la importación/exportación, etc. El gobierno también está invirtiendo en el sector educativo.
En términos de recursos naturales, Jordania tiene grandes depósitos de minerales, incluidos fosfato, potasa (también conocida como potasio) y piedra caliza. Es uno de los tres mayores exportadores de fosfatos del mundo. Las actividades de exploración de Uranio demostraron que el país tenía buenas cantidades de yacimientos que el gobierno puede utilizar en cualquier momento para apoyar la tecnología nuclear.
El país no tiene yacimientos petrolíferos significativos, pero sí modestas reservas de gas natural en la zona de Disa Ained y en las fronteras jordano-iraquíes. Sin embargo, es rico en cemento de alta calidad.
El gobierno es consciente de la riqueza de recursos que quedan por explorar en el país y llama a las empresas a invertir en varios campos. La escasez de agua es otro problema. El clima árido se ve agravado por la sequía crónica, especialmente en los últimos años.
Por otro lado, las opiniones difieren sobre la economía jordana en 2023, ya que algunos creen que podrá superar los desafíos, mientras que otros sugieren que el Reino puede estar al borde de una crisis económica durante 2023.
Los proveedores, incluidos los productores actuales y potenciales, como los inversores, encontrarán que la producción es más costosa y, por lo tanto, la reducirán. Dado que la inflación de Jordania es importada (el 87 % de la alimentación y el 93 % de la energía), el resultado es una tasa de inflación continua con un mayor estancamiento.
La tasa de inflación annual aumentó a más del 5,2 por ciento a fines de octubre pasado, según la quinta revisión del desempeño de la economía jordana, que fue anunciada por el FMI en noviembre pasado. El Fondo explica que los precios de las materias primas a nivel local se consideran “moderados” en comparación con el nivel mundial, pero reflejan una alta transmisión del aumento de los precios mundiales de los combustibles y los alimentos.
Las tasas de pobreza en Jordania han aumentado al 24 por ciento, un aumento del 6 por ciento con respecto a lo que eran anteriormente, según estimaciones del Ministro de Planificación y Cooperación Internacional, Nasser Shraideh, en agosto de 2021. El ministro atribuyó las razones del aumento de las tasas de pobreza a las repercusiones de la pandemia de Corona, mientras que el Banco Mundial espera que la tasa de pobreza aumente en aproximadamente un 11 por ciento desde los niveles actuales debido a Corona.
Sin embargo, Jordania siempre puede contar con la ayuda de sus aliados del Golfo. En 2018, el país recibió un total de 3500 millones de dólares en ayuda de los países del Golfo. En un momento en que una crisis global amenaza a muchos países, la economía de Jordania está creciendo de forma lenta pero segura.