Hubo en España una princesa en el siglo X que nunca quiso casarse, que que vivió de su trabajo y que abrió una escuela de literatura para mujeres. También en el siglo X hubo una esclava que llegó a ser la directora de la biblioteca real. También por aquel entonces hubo un médico por aquel entonces que inventó las escayola como al esparadrapo como el pintalabios o incluso la costumbre de llevar flores a los enfermos.
Un poco antes, en el siglo IX, un influencer español inventó la guitarra, el orden de los platos que seguimos usando y hasta el color de la ropa que hoy nos ponemos. Coetáneo fue primer invento para volar, también en España
¿Alguna vez lo habías escuchado? ¿Cómo es posible que hazañas tan llamativas y que han sucedido en nuestra tierra nos sean tan desconocidas? Pues precisamente porque ocurrieron en España. Sí, pero en la otra España. La no-España: al-Ándalus.
Todo lo andalusí se ha excluido, no ya de la identidad española, sino directamente de su historia. Los romanos conquistaron, los visigodos se establecieron... pero los omeyas invadieron. No es raro escuchar que una muralla es islámica (¿Las murallas profesaban una religión?) o que la Alhambra es un palacio árabe, como si estuviera en la Meca y cuando, además, al-Ándalus llevaba siglos independiente del Damasco.
El tema es complejo y la percepción que tenemos hoy en día es muy diferente a como se vio al-Ándalus en su momento tanto a sí misma como en su relación con el resto de España. Sin ir más lejos, hoy entendemos al-Ándalus como un estado islámico, de cultura arabizada que no dejó huella en la actual España, más allá de algunos monumentos. España es un país con una concepción del mundo moldeada por el catolicismo y cimentada en la cultura romana. Todo lo que salga de ahí no es español. Ahora se ve bastante claro, pero nadie lo hubiera entendido tal cual en la alta edad media. Vamos a verlo.
Hoy todavía manejamos esa idea que surgió en el siglo XIX de que la lengua sede de elemento vertebrador de una comunidad. En este caso al-Ándalus hablaba árabe. La cuestión es que no es exactamente así, porque el árabe fue la lengua de la literatura y la administración pero el idioma común para la población fue su propia evolución del latín. Hoy lo conocemos como lengua mozárabe y la hablaba toda la población. De hecho, la primera referencia a ese idioma es de boca de Abderramán III. Fue una lengua más conservadora con respecto al latín que ninguna otra de las ibéricas. Es más, hoy nos sonaría más parecida al italiano y rumano que a cualquier otra de las que tenemos por aquí. Fue la invasión almohade la que acabó con la lengua de los andalusíes. De no haber sido así, hoy seguiríamos hablándola.
Las expresiones artísticas andalusíes tiene su base también en las tardo-antiguas. Todo el arte emiral es una prolongación de la arquitectura visigoda. Tanto el arco de herradura como la decoración de yeserías fue una adaptación de lo que se estaba haciendo en el momento de la conquista. Todo desde un prisma orientalizante, claro está, pero ya la propia arquitectura visigoda se había orientalizado antes incluso de convertirse en al-Ándalus. Incluso la estrella tartésica, el símbolo de al-Ándalus, no deja de ser un elemento decorativo de la Hispania tardo-antigua.
¿Te parezco exagerado? Pues los investigadores no se aclaran si Santa María de Melque es visigoda o realmente mozárabe. Es decir, el arte andalusí y el visigodo pasan el uno por el otro. ¿Si hablaban una lengua latina y su arte es una evolución del romano, por qué decimos que no tiene nada que ver con el resto de pueblos españoles? Si los propios reinos cristianos se referían a los andalusíes como hispanos. Las referencias son continuas. Por citar sólo una, en la crónica rotense llaman hispanos a los reinos musulmanes frente a los cristianos, que se denominan astures. Las referencias son continuas, pero me quedo con mi favorita: al-Idrisi llamando al árabe andalusí “español”, siendo la primera vez que una lengua obtiene esa denominación.
Decíamos que los reinos cristianos veían a los andalusíes como uno más. Todo el arte cristiano medieval bebe del andalusí. Las influencias son tales que incluso en la colegiata de San Ildefonso de Leon (el mismísimo panteón de los reyes leoneses) “herradurizaron” los arcos que originalmente eran de medio punto. El arte andalusí era el arte español.
Pero claro, el principal problema es la religión. ¿Cómo va a ser Español un estado musulmán? - por cierto, todo el tiempo que la Hispania visigoda fue hereje no supone tanto problema- ¿Qué ocurre? Que los cristianos, esos que llaman “bajo el yugo del islam” eran tan andalusíes como el resto. Sin embargo, a ellos sí se les otorga la nacionalidad. Eulogio de Córdoba era español. Abderramán no. Pues ambos tenían la misma cultura, hablaban la misma lengua y pisaban la misma ciudad. O todos moros, o todos cristianos (y nunca mejor dicho).
Esa división radical entre España y al-Ándalus es una concepción moderna que en su momento no se tenía.
¿Qué significa todo esto? Que somos lo que somos por lo que hemos sido. La España de hoy bebe de su pasado romano, medieval, moderno... y de su herencia andalusí. Y a mucha honra.
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